Diseños organizacionales comunes
La
estructura matricial
Otra opción de diseño estructural popular es la estructura matricial, En esencia, la matriz combina dos formas de departamentalización: por función y por producto.
La fortaleza de la departamentalización por funciones estriba en que reúne a los especialistas, lo que minimiza el número necesario al mismo tiempo que permite agrupar y compartir recursos especializados para varios productos. Su desventaja principal es la dificultad de coordinar las tareas de diversos especialistas de cada función de modo que sus actividades se terminen a tiempo y dentro del presupuesto. Por otro lado, la departamentalización por producto tiene exactamente los beneficios y desventajas contrarios. Facilita la coordinación entre especialista para terminar a tiempo y con el cumplimiento de los objetivos del presupuesto. Además, asigna responsabilidades claras para todas las actividades relacionadas con un producto, pero con la duplicación de actividades y costos. La matriz intenta obtener las fortalezas de cada enfoque mientras trata de evitar sus debilidades.
La característica estructural más obvia de la matriz es que rompe el concepto de unidad de mando. Los empleados en la matriz tienen dos jefes: sus gerentes de departamento según la función y aquellos según el producto. Por tanto, la matriz tiene una cadena de mando dual.
La fortaleza de la matriz está en su capacidad de facilitar la coordinación cuando la organización tiene múltiples actividades complejas e interdependientes. Conforme una empresa se hace más grande, su capacidad de procesamiento de información se llega a sobrecargar. En una burocracia la complejidad províene del aumento de la formalización.
En el enfoque matricial, el contacto directo direcyto y frecuente entre distintas especialidades mejora su comunicación y flexibilidad. La información permea la organización y llega más rápido a las personas que la necesitan. Además, la matriz reduce las "buropatologías": las líneas duales de autoridad reducen la tendencia de los miembros departamentales a ocuparse tanto de proteger sus pequeños mundos que las metas generales de la organización se secundarias.
Las principales desventajas de la matriz son la confusión que crea, su propensión a generar luchas de poder, y el énfasis que pone en los individuos. Cuando se prescinde del concepto de la unidad de mando aumenta mucho la ambiguedad, y ésta lleva con frecuencia al conflicto. Por ejemplo, no es raro que no quede claro quién reporta a quién ni que los gerentes de producto disputen por quedarse con los mejores especialistas para sus productos.
Otra opción de diseño estructural popular es la estructura matricial, En esencia, la matriz combina dos formas de departamentalización: por función y por producto.
La fortaleza de la departamentalización por funciones estriba en que reúne a los especialistas, lo que minimiza el número necesario al mismo tiempo que permite agrupar y compartir recursos especializados para varios productos. Su desventaja principal es la dificultad de coordinar las tareas de diversos especialistas de cada función de modo que sus actividades se terminen a tiempo y dentro del presupuesto. Por otro lado, la departamentalización por producto tiene exactamente los beneficios y desventajas contrarios. Facilita la coordinación entre especialista para terminar a tiempo y con el cumplimiento de los objetivos del presupuesto. Además, asigna responsabilidades claras para todas las actividades relacionadas con un producto, pero con la duplicación de actividades y costos. La matriz intenta obtener las fortalezas de cada enfoque mientras trata de evitar sus debilidades.
La característica estructural más obvia de la matriz es que rompe el concepto de unidad de mando. Los empleados en la matriz tienen dos jefes: sus gerentes de departamento según la función y aquellos según el producto. Por tanto, la matriz tiene una cadena de mando dual.
La fortaleza de la matriz está en su capacidad de facilitar la coordinación cuando la organización tiene múltiples actividades complejas e interdependientes. Conforme una empresa se hace más grande, su capacidad de procesamiento de información se llega a sobrecargar. En una burocracia la complejidad províene del aumento de la formalización.
En el enfoque matricial, el contacto directo direcyto y frecuente entre distintas especialidades mejora su comunicación y flexibilidad. La información permea la organización y llega más rápido a las personas que la necesitan. Además, la matriz reduce las "buropatologías": las líneas duales de autoridad reducen la tendencia de los miembros departamentales a ocuparse tanto de proteger sus pequeños mundos que las metas generales de la organización se secundarias.
Las principales desventajas de la matriz son la confusión que crea, su propensión a generar luchas de poder, y el énfasis que pone en los individuos. Cuando se prescinde del concepto de la unidad de mando aumenta mucho la ambiguedad, y ésta lleva con frecuencia al conflicto. Por ejemplo, no es raro que no quede claro quién reporta a quién ni que los gerentes de producto disputen por quedarse con los mejores especialistas para sus productos.